Impulso lúdico
Con fines meramente descriptivos, se diferencia el impulso lúdico del juego, ya que uno está implícito en el otro, conformando así el inicio de un proceso de aprendizaje psicosocial que contribuye a la construcción subjetiva del que “aprende a aprender”.
– El impulso lúdico marca el inicio de la secuencia metodología de la pedagogía de la expresión.
– Es en su esencia la alegría personal, que puede transformarse en una actitud lúdica.
– Desde la educación provee una vía de aprendizaje y tomado desde lo psicofísico provee una vía saludable.
– Corresponde a fuerzas instintivas de vida, es un elemento sustantivo para que cada individuo pueda reencontrarse consigo mismo y haga efectiva las posibilidades de participar intensamente en el intercambio con otros..
– Desde lo biológico es una fuerza de vida y crecimiento.
– Desde lo antropológico es una dinámica de encuentros y aprendizajes.
– Desde lo sociológico es una tendencia para intercambios e integración cultural.
El impulso lúdico es ATRIBUTO DEL SER, mientras que el juego es un ACTO SOCIAL compartido.
– Que todos jueguen a lo mismo no significa que cada uno despliegue lo mismo de sí mismo.
«Toda cultura comienza con un juego»
– Juego que elabora la imaginación y se ubica en un espacio transicional que se transforma en cultura.
– La experiencia cultural comienza con el vivir creador, cuya primera manifestación es el juego.
– Los juegos como inicio de una secuencia metodológica, es un redescubrir LA LIBERTAD.
– A partir del juego creativo se genera un encuentro consigo mismo, con los otros y es de suma importancia pensar y trabajar en pos de la diversidad, donde cada persona tiene un modo especial de actuar, sentir y de pensar, con la tentativa de realizar una proyección.
– El juego desde la metodología crea oportunidades, a pesar de nuestras propias diferencias, favoreciendo la integración y la armonía de los sujetos.
“Jugando nos disponemos al encuentro social a la curiosidad y desplegamos el imaginario” (R.Dinello)
– El objeto que se utiliza en el juego es un mediador para ensayar escenarios de una proyección de vida.
«El placer de jugar por jugar aporta: disfrute, imaginación y sociabilización creando un espacio psíquico, físico y social.»
– El juego es un instrumento pedagógico en la producción de sentido: ya que al contribuir a la regulación social y estructurar la interacción, ayuda a crear un espacio transicional para que pueda tomar sitio la experiencia del otro y de sí mismo. Un espacio intermedio entre el mundo interno y externo que permite el desarrollo del pensamiento simbólico y con ello la comunicación.
Licenciada Gabriela Martínez