La expresión y la construcción de la identidad

La expresión y la construcción de la identidad

La pedagogía de la expresión creativa coloca a la persona en un camino de afirmación de la identidad, favoreciendo la transformación de individuo a sujeto, quien tiene la posibilidad de desarrollar procesos de aprendizajes a partir del protagonismo, transformará su propia historia en una comprensión, convirtiéndose en sujeto de su propia vida.
La pedagogía de la expresión desarrolla aprendizajes que afirman la identidad de las personas construyendo ese proceso de ser sujeto.
Existen diversas definiciones de la identidad. Tomaremos algunos aspectos de estas definiciones. Cuando hablamos de identidad personal estamos haciendo referencia al self, al sí mismo, al núcleo del sujeto, a su persistencia psíquica como personalidad con rasgos distintivos, ligados a constantes corporales (su sustrato) y sociales (su relación intersubjetiva). La identidad no es estática, está sujeta al interjuego identificatorio, constituyendo un equilibrio abierto a reajustes o cambios.
Otro aspecto a destacar es que el termino identidad contiene una contradicción en sí misma si tomamos el sentido ontológico A = A, pero a la vez es distinto que B, C, D, etc. Uno es el mismo sujeto a través del tiempo, pero a la vez es distinto. Esta dinámica contradictoria es el núcleo mismo de los procesos identitarios.
Las personas nos definimos en relación a nosotros mismos y con los demás, la necesidad de identificación y la de diferenciación son opuestas y complementarias. Este proceso existencial permite al individuo afirmarse como sujeto singular.
Luis Hornstein hace referencia a un vínculo consustancial entre identidad y dignidad: el sentimiento de identidad tiene dos aspectos: uno personal, que es el sentimiento de ser protagonistas de su historia, de afirmar su propia existencia y un aspecto social, que inscribe al individuo dentro de un grupo, una cultura, una nación, por el reconocimiento de pertenencia de sus derechos, de sus tradiciones, de sus creencias y de su ciudadanía. Se trata de una noción subjetiva de la identidad, que alude al reconocimiento de cada sujeto.
La Convención de los Derechos menciona tres aspectos de la identidad a tener en cuenta:
1. La identidad biológica que es la que dio origen a la vida de las personas.
2. La identidad administrativa que es aquella por la que el estado garantiza defender los derechos de las persona.
3. La identidad cultural que es aquella que dice a qué pueblo pertenece la persona, cuál es su lengua materna y cuál es la cultura a la que pertenece.
Estos aspectos están considerados en la pedagogía de la expresión, ya que ella parte del reconocimiento de la identidad del sujeto, focalizándose en el protagonismo de quien aprende a través de su posibilidad de expresarse.
La pedagogía ludocreativa posibilita desarrollar al individuo en sujeto, asumiendo su propio proceso de aprendizaje, contribuyendo a la construcción de su proyecto de vida.
En la aplicación metodológica de la pedagogía de la expresión hemos observado que las personas se modifican en los diversos procesos de aprendizajes y descubren cómo ser sujetos de sus proyectos.
Es a partir de los aprendizajes que la persona organiza dónde quiere llegar y tiene la posibilidad de reconocer sus propias potencialidades.
La metodología que propone la pedagogía de la expresión logra descubrir la cualidad de la persona y el desenvolvimiento del sujeto.
Cuando confirmamos la identidad por medio del arte expresión estamos yendo más lejos que el simple desarrollo de competencias, ya que buscamos con esta pedagogía facilitar el crecimiento integral de la persona. Es el protagonismo de quien aprende quien coloca al sujeto en proceso de aprender y descubrir lo que tiene que buscar para su propio crecimiento.
La singularidad en el proceso de aprendizaje que desarrollamos a través de esta pedagogía permite descubrir la subjetividad, existiendo diversas formas de constituciones subjetivas singulares, en los procesos de aprender, que no deben ser reducidos a una formula o perfil general de los sujetos que están aprendiendo.
Para que la persona exista tiene que expresarse y es el arte expresión un camino que brinda la oportunidad de integrar todos los aspectos de la identidad.
“La pedagogía de la Expresión apunta a un permanente crecer de todos y a conjugar el protagonismo de cada uno. Es adecuada para la adquisición de conocimientos y también es un instrumento de respeto de identidades, de convivencia, de educación para la paz.” Raimundo Dinello.
Las actividades de expresión son una continua afirmación de la identidad del sujeto, ya que se aprende a convivir con nuestras emociones, logrando un mayor grado de madurez en las convivencias sociales.
Es en el proceso creativo que el sujeto hace explícita la unicidad de su ser: hacer-sentir y pensar. Son las emociones del ser que integran el saber y el poder transformar.
La creatividad favorece esa necesaria transformación de la persona por la que logra un mejor estado de armonía y aprende con más deseo. La ausencia de desafíos creativos puede explicar el desinterés en los aprendizajes y la frágil existencia de los proyectos de vida.
Hoy en día es más importante el cómo aprende cada uno y cuál es el proceso de aprendizaje que prendió en el sujeto, que posibilitará su crecimiento y la realización de sus proyectos vitales.
El descubrimiento de cómo aprender es necesario en la construcción del sujeto, nos convertimos en sujeto por lo que aprendemos. Necesitamos de un dialogo interactivo para construir nuestra identidad facilitado por la participación ludo-creativa.
La interacción modifica el ego transformando la incertidumbre, que en su origen es ansiedad, convirtiéndose en expectativa de desear aprender emocionalmente, cognitivamente y socialmente.
El placer de aprender que se descubre transforma al sujeto ya que el deseo de aprender lo hace crecer. Por medio de los aprendizajes hay una transformación de la persona.
La interacción favorece el aprendizaje pero el ritmo y la respuesta es singular, comprendiendo que existe una lógica en cada sujeto de cómo aprende en interacción con los objetos y con otros sujetos.
La interacción coloca al sujeto como protagonista de descubrir qué aprendizajes tiene que buscar para su crecimiento, encontrando la dignidad y la proyección de vida como forma de confirmar su existencia.
El aprendizaje de cada día convierte al individuo en sujeto; por ello, el cómo aprendemos es uno de los problema en la actualidad. Podemos afirmar que numerosas son las experiencias que muestran que la pedagogía de la expresión ludocreativa ofrece respuestas al sujeto que aprende descubriendo una visión prospectiva de su vida.
A través del arte expresión los sujetos experimentan aprendizajes simbólicos que serán transformados en un dominio inteligente, confirmando quienes somos cuando modificamos los objetos en la interacción y cómo nos comunicamos con los otros sujetos. El arte expresión es la vía que lleva al individuo a ser sujeto, afirmándose en su identidad.
Los objetos creados representan diferentes aspectos simbólicos y expresan diversas dimensiones de nuestra identidad.
Las diversas experiencias Ludocreativas confirman el crecimiento del sujeto y su evolución en la cultura. Desarrollando en estas experiencias de arte expresión su capacidad simbólica, el individuo debe poder tener ensayos de experiencias de expresiones creativas que confirmen su ser y su hacer para confirmar su subjetividad.
Son las experimentaciones las que organizan el pensamiento a través de una lógica deductiva que posibilitará una mayor autonomía del sujeto. Si buscamos una mayor autonomía hay que facilitar las experiencias lógicas deductivas, que se originan en la libertad de la expresión creativa. La pedagogía de la expresión y su metodología articulará estas experiencias con los necesarios conocimientos por medio de su secuencia metodológica: iniciación lúdica, actividades de expresión creativas, focalización del conflicto pedagógico, experimentación y/o búsqueda de informaciones y articulación en nuevas conceptualizaciones.
El reconocimiento de las emociones del sujeto a través del arte expresión permite un proceso aprendizaje integral originándose en el protagonismo de quien aprende y se expresa. Correspondiendo a la afirmación de los derechos de cada individuo del reconocimiento de su propia identidad.
La pedagogía ludocreativa se centra en crear las posibilidades de que cada individuo pueda emerger como sujeto a través de sus propios procesos de aprendizajes.

Lic. Psicología Beatriz Gago

Bibliografía:
Cuaderno de Lúdica y sociología de la Educación – Dr. Raimundo Dinello
Tratado de la Educación – Dr. Raimundo Dinello
Autoestima Narcisismo y valores sociales e Identidad – Dr. Luis Hornstein

Stella Pereyra