Archivo mensual 13 de abril de 2016

Impulso lúdico

Con fines meramente descriptivos, se diferencia el impulso lúdico del juego, ya que uno está implícito en el otro, conformando así el inicio de un proceso de aprendizaje psicosocial que contribuye a la construcción subjetiva del que “aprende a aprender”.
– El impulso lúdico marca el inicio de la secuencia metodología de la pedagogía de la expresión.
– Es en su esencia la alegría personal, que puede transformarse en una actitud lúdica.
– Desde la educación provee una vía de aprendizaje y tomado desde lo psicofísico provee una vía saludable.
– Corresponde a fuerzas instintivas de vida, es un elemento sustantivo para que cada individuo pueda reencontrarse consigo mismo y haga efectiva las posibilidades de participar intensamente en el intercambio con otros..
– Desde lo biológico es una fuerza de vida y crecimiento.
– Desde lo antropológico es una dinámica de encuentros y aprendizajes.
– Desde lo sociológico es una tendencia para intercambios e integración cultural.
El impulso lúdico es ATRIBUTO DEL SER, mientras que el juego es un ACTO SOCIAL compartido.
– Que todos jueguen a lo mismo no significa que cada uno despliegue lo mismo de sí mismo.
«Toda cultura comienza con un juego»
– Juego que elabora la imaginación y se ubica en un espacio transicional que se transforma en cultura.
– La experiencia cultural comienza con el vivir creador, cuya primera manifestación es el juego.
– Los juegos como inicio de una secuencia metodológica, es un redescubrir LA LIBERTAD.
– A partir del juego creativo se genera un encuentro consigo mismo, con los otros y es de suma importancia pensar y trabajar en pos de la diversidad, donde cada persona tiene un modo especial de actuar, sentir y de pensar, con la tentativa de realizar una proyección.
– El juego desde la metodología crea oportunidades, a pesar de nuestras propias diferencias, favoreciendo la integración y la armonía de los sujetos.
“Jugando nos disponemos al encuentro social a la curiosidad y desplegamos el imaginario” (R.Dinello)
– El objeto que se utiliza en el juego es un mediador para ensayar escenarios de una proyección de vida.
«El placer de jugar por jugar aporta: disfrute, imaginación y sociabilización creando un espacio psíquico, físico y social.»
– El juego es un instrumento pedagógico en la producción de sentido: ya que al contribuir a la regulación social y estructurar la interacción, ayuda a crear un espacio transicional para que pueda tomar sitio la experiencia del otro y de sí mismo. Un espacio intermedio entre el mundo interno y externo que permite el desarrollo del pensamiento simbólico y con ello la comunicación.

Licenciada Gabriela Martínez

La expresión y la construcción de la identidad

La pedagogía de la expresión creativa coloca a la persona en un camino de afirmación de la identidad, favoreciendo la transformación de individuo a sujeto, quien tiene la posibilidad de desarrollar procesos de aprendizajes a partir del protagonismo, transformará su propia historia en una comprensión, convirtiéndose en sujeto de su propia vida.
La pedagogía de la expresión desarrolla aprendizajes que afirman la identidad de las personas construyendo ese proceso de ser sujeto.
Existen diversas definiciones de la identidad. Tomaremos algunos aspectos de estas definiciones. Cuando hablamos de identidad personal estamos haciendo referencia al self, al sí mismo, al núcleo del sujeto, a su persistencia psíquica como personalidad con rasgos distintivos, ligados a constantes corporales (su sustrato) y sociales (su relación intersubjetiva). La identidad no es estática, está sujeta al interjuego identificatorio, constituyendo un equilibrio abierto a reajustes o cambios.
Otro aspecto a destacar es que el termino identidad contiene una contradicción en sí misma si tomamos el sentido ontológico A = A, pero a la vez es distinto que B, C, D, etc. Uno es el mismo sujeto a través del tiempo, pero a la vez es distinto. Esta dinámica contradictoria es el núcleo mismo de los procesos identitarios.
Las personas nos definimos en relación a nosotros mismos y con los demás, la necesidad de identificación y la de diferenciación son opuestas y complementarias. Este proceso existencial permite al individuo afirmarse como sujeto singular.
Luis Hornstein hace referencia a un vínculo consustancial entre identidad y dignidad: el sentimiento de identidad tiene dos aspectos: uno personal, que es el sentimiento de ser protagonistas de su historia, de afirmar su propia existencia y un aspecto social, que inscribe al individuo dentro de un grupo, una cultura, una nación, por el reconocimiento de pertenencia de sus derechos, de sus tradiciones, de sus creencias y de su ciudadanía. Se trata de una noción subjetiva de la identidad, que alude al reconocimiento de cada sujeto.
La Convención de los Derechos menciona tres aspectos de la identidad a tener en cuenta:
1. La identidad biológica que es la que dio origen a la vida de las personas.
2. La identidad administrativa que es aquella por la que el estado garantiza defender los derechos de las persona.
3. La identidad cultural que es aquella que dice a qué pueblo pertenece la persona, cuál es su lengua materna y cuál es la cultura a la que pertenece.
Estos aspectos están considerados en la pedagogía de la expresión, ya que ella parte del reconocimiento de la identidad del sujeto, focalizándose en el protagonismo de quien aprende a través de su posibilidad de expresarse.
La pedagogía ludocreativa posibilita desarrollar al individuo en sujeto, asumiendo su propio proceso de aprendizaje, contribuyendo a la construcción de su proyecto de vida.
En la aplicación metodológica de la pedagogía de la expresión hemos observado que las personas se modifican en los diversos procesos de aprendizajes y descubren cómo ser sujetos de sus proyectos.
Es a partir de los aprendizajes que la persona organiza dónde quiere llegar y tiene la posibilidad de reconocer sus propias potencialidades.
La metodología que propone la pedagogía de la expresión logra descubrir la cualidad de la persona y el desenvolvimiento del sujeto.
Cuando confirmamos la identidad por medio del arte expresión estamos yendo más lejos que el simple desarrollo de competencias, ya que buscamos con esta pedagogía facilitar el crecimiento integral de la persona. Es el protagonismo de quien aprende quien coloca al sujeto en proceso de aprender y descubrir lo que tiene que buscar para su propio crecimiento.
La singularidad en el proceso de aprendizaje que desarrollamos a través de esta pedagogía permite descubrir la subjetividad, existiendo diversas formas de constituciones subjetivas singulares, en los procesos de aprender, que no deben ser reducidos a una formula o perfil general de los sujetos que están aprendiendo.
Para que la persona exista tiene que expresarse y es el arte expresión un camino que brinda la oportunidad de integrar todos los aspectos de la identidad.
“La pedagogía de la Expresión apunta a un permanente crecer de todos y a conjugar el protagonismo de cada uno. Es adecuada para la adquisición de conocimientos y también es un instrumento de respeto de identidades, de convivencia, de educación para la paz.” Raimundo Dinello.
Las actividades de expresión son una continua afirmación de la identidad del sujeto, ya que se aprende a convivir con nuestras emociones, logrando un mayor grado de madurez en las convivencias sociales.
Es en el proceso creativo que el sujeto hace explícita la unicidad de su ser: hacer-sentir y pensar. Son las emociones del ser que integran el saber y el poder transformar.
La creatividad favorece esa necesaria transformación de la persona por la que logra un mejor estado de armonía y aprende con más deseo. La ausencia de desafíos creativos puede explicar el desinterés en los aprendizajes y la frágil existencia de los proyectos de vida.
Hoy en día es más importante el cómo aprende cada uno y cuál es el proceso de aprendizaje que prendió en el sujeto, que posibilitará su crecimiento y la realización de sus proyectos vitales.
El descubrimiento de cómo aprender es necesario en la construcción del sujeto, nos convertimos en sujeto por lo que aprendemos. Necesitamos de un dialogo interactivo para construir nuestra identidad facilitado por la participación ludo-creativa.
La interacción modifica el ego transformando la incertidumbre, que en su origen es ansiedad, convirtiéndose en expectativa de desear aprender emocionalmente, cognitivamente y socialmente.
El placer de aprender que se descubre transforma al sujeto ya que el deseo de aprender lo hace crecer. Por medio de los aprendizajes hay una transformación de la persona.
La interacción favorece el aprendizaje pero el ritmo y la respuesta es singular, comprendiendo que existe una lógica en cada sujeto de cómo aprende en interacción con los objetos y con otros sujetos.
La interacción coloca al sujeto como protagonista de descubrir qué aprendizajes tiene que buscar para su crecimiento, encontrando la dignidad y la proyección de vida como forma de confirmar su existencia.
El aprendizaje de cada día convierte al individuo en sujeto; por ello, el cómo aprendemos es uno de los problema en la actualidad. Podemos afirmar que numerosas son las experiencias que muestran que la pedagogía de la expresión ludocreativa ofrece respuestas al sujeto que aprende descubriendo una visión prospectiva de su vida.
A través del arte expresión los sujetos experimentan aprendizajes simbólicos que serán transformados en un dominio inteligente, confirmando quienes somos cuando modificamos los objetos en la interacción y cómo nos comunicamos con los otros sujetos. El arte expresión es la vía que lleva al individuo a ser sujeto, afirmándose en su identidad.
Los objetos creados representan diferentes aspectos simbólicos y expresan diversas dimensiones de nuestra identidad.
Las diversas experiencias Ludocreativas confirman el crecimiento del sujeto y su evolución en la cultura. Desarrollando en estas experiencias de arte expresión su capacidad simbólica, el individuo debe poder tener ensayos de experiencias de expresiones creativas que confirmen su ser y su hacer para confirmar su subjetividad.
Son las experimentaciones las que organizan el pensamiento a través de una lógica deductiva que posibilitará una mayor autonomía del sujeto. Si buscamos una mayor autonomía hay que facilitar las experiencias lógicas deductivas, que se originan en la libertad de la expresión creativa. La pedagogía de la expresión y su metodología articulará estas experiencias con los necesarios conocimientos por medio de su secuencia metodológica: iniciación lúdica, actividades de expresión creativas, focalización del conflicto pedagógico, experimentación y/o búsqueda de informaciones y articulación en nuevas conceptualizaciones.
El reconocimiento de las emociones del sujeto a través del arte expresión permite un proceso aprendizaje integral originándose en el protagonismo de quien aprende y se expresa. Correspondiendo a la afirmación de los derechos de cada individuo del reconocimiento de su propia identidad.
La pedagogía ludocreativa se centra en crear las posibilidades de que cada individuo pueda emerger como sujeto a través de sus propios procesos de aprendizajes.

Lic. Psicología Beatriz Gago

Bibliografía:
Cuaderno de Lúdica y sociología de la Educación – Dr. Raimundo Dinello
Tratado de la Educación – Dr. Raimundo Dinello
Autoestima Narcisismo y valores sociales e Identidad – Dr. Luis Hornstein

Las ludotecas

Las ludotecas son espacios en los que se ponen en acción varios de los postulados enunciados en la Declaración en los Derechos del Niño: derecho al juego, derecho a la identidad y derecho a la expresión, entre otros.
La ludoteca, permite profundizar la ampliación de derechos destinados a los niños extendiendo su educación y cuidado más allá del ámbito privado de la familia; así es comprendido, como servicio público y como derecho universal para sus usuarios: niños, familia y comunidad. Su dinámica y metodología promueve la “corresponsabilidad de instituciones y actores” (Faur, 2011:7). Las ludotecas constituyen, en este sentido, una original respuesta a la creciente demanda que rodea la pregunta por educación y cuidado infantil.
Tomando la definición del Prof. Dr. Raimundo Dinello, presidente de la FLALU  (Federación Latinoamericana de Ludotecas) podemos decir que:
“Las ludotecas son un espacio de expresión lúdica y creativa de niños, jóvenes y adultos. Tiene la principal y global finalidad de favorecer el desarrollo de la persona en una dinámica de interacción lúdica. Específicamente, estimula el proceso de estructuración afectivo- cognitiva del niño, socializa creativamente al joven y mantiene el espíritu de realización del adulto.
En centros barriales, es una actividad que aglutina familias y vecinos que se re-encuentran con la alegría de vivir, de expresarse y de sentir, con animo para enfrentar tareas solidariamente. Desde inventar juegos, hacer juguetes, hasta proyectar mejoras en las condiciones de vida personal y colectiva”.
Desde esta perspectiva las ludotecas son fundamentalmente espacios educativos que abren nuevas posibilidades de expresión, comunicación y aprendizajes en y con la interacción de personas de diferentes edades podemos decir, entonces que las ludotecas son espacios de acción y aprendizaje intergeneracional e intercultural. A los adultos les permite reencontrarse con sus hijos, nietos, vecinos, en un diálogo que va mas allá de lo verbal, recuperar antiguos saberes, experimentar nuevas emociones, volver a ser “un poco niños” en el juego, así como manifestar sentimientos y vivencias a partir de los cuales es posible promover acciones creativas. A los niños, les brinda la oportunidad de motorizar el proceso creativo, jugar y aprender con otros, fuera del ámbito escolar o familiar. Les da la posibilidad de entender su mundo interno y la realidad externa, dejando de lado conductas instaladas y entendidas por otros como negativas. Ser uno y muchos a la vez, reconocerse en sus creaciones y ser capaz de compartir, cooperar, divertirse en el juego donde se conjuga fantasía y realidad. En definitiva, aprender creativamente en un espacio de interacción y alegría.
Las ludotecas, desde este punto de vista, están fundamentadas en la pedagogía de la expresión ludocreativa.
La pedagogía de la expresión ludocreativa recupera los postulados de Rousseau, Froebel, Vigotsky, entre otros, en cuanto que está centrada en el sujeto que aprende. Se aprende haciendo. El aprendizaje se da en la relación del sujeto, con los objetos y con otros sujetos (sean estos otros niños o/y adultos). Por esto en las ludotecas buscamos la heterogeneidad de edades, no la división de niños y jóvenes según una franja etaria.
A su vez, esta pedagogía se sustenta en la metodología ludocreativa que se vincula con el arte- expresión, porque se basa en los lenguajes artísticos, trabajando desde las diferentes áreas expresivas: plástica, teatro, expresión corporal, danza, música, literatura, juegos motores. El arte, entendido como una actividad social y humana que supone contextos sociales y culturales a partir de los cuales el sujeto recrea la realidad a través de la utilización de sistemas simbólicos propios, es el elemento constitutivo del campo pedagógico interactivo -espacio físico y mental donde pueden evolucionar diversos temas que modifican diversos objetos; un espacio donde impredecibles situaciones derivadas de la expresión creativa presentan interrogantes y conflictos pedagógicos que estimulan el intento de entender; un espacio donde se desenvuelven secuencias correspondientes a las diversas áreas de expresión, configurando múltiples posibilidades de aprendizaje.
Las propuestas educativas de cada encuentro de ludoteca están encuadradas dentro de las áreas de expresión, centradas en el sujeto y basadas en la interacción de los sujetos entre sí y con los objetos abriendo de este modo un camino a procesos educativos basados en valores de: respeto, solidaridad, cooperación e intercambio.
Lo medular para el buen funcionamiento de las ludotecas, desde esta concepción, radica en el equipo humano que la anima. No basta con actividades de entretenimiento y merienda, con talleres o con espacios donde se prestan y/o brindan juguetes. Se necesita de animadores con competencia metodológica adecuada, condición indispensable que permitirá concretizar el espacio educativo de las ludotecas.
En definitiva, a través de la realización de la ludoteca, se busca promover un espacio socio-educativo comunitario donde niños, niñas, adolescentes y adultos interactúen a partir de actividades lúdicas, vivenciando un estilo de aprendizaje reflexivo, solidario y cooperativo, con mediación de profesionales que sistematicen, resguarden y enriquezcan ese espacio diverso.
Profesora Cecilia Desimone